Junio, un mes, que, para los uniformados del Verde Olivo, nos llena de orgullo, recuerdos, tristezas, alegrías, luchas y diferentes emociones por las que hemos atravesado durante el recorrido en nuestra vida policial. La satisfacción más grande que tenemos al final de la jornada, es el cumplimento del deber por el bien de nuestra sociedad.
Este mes lleno de entusiasmo, recordamos también que un 13 de junio de 1973, mediante Resolución Nº 07/73, se crea la BRIGADA DE LA POLICÍA FEMENINA, como organismo especializado de la Guardia Nacional, dependiente del Comando General, con las específicas funciones de policía preventiva de auxilio y esencialmente social, a nivel operativo.
Es menester dar relevancia y recordar tan noble fecha, pues pasado dos años de la incorporación de mujeres en filas policiales en enero de 1975, el Comando General de la Policía Nacional (hoy boliviana), lanza la primera convocatoria para la Escuela Básica Policial Femenina.
Dentro de sus principales requisitos estaba: ser soltera, tener entre 17 a 22 años de edad, estatura mínima de 1,60 metros y tener un peso que no debería exceder de los 50 Kg, entre otros. De las 300 mujeres que postularon, fueron seleccionadas 100, con quienes se dio inicio a las actividades académicas y de instrucción, que se desarrollaron en la Escuela Básica Policial Femenina, en la ciudad de La Paz.
En su instrucción, se aplicaron programas de conocimientos de Policía Integral, Informaciones e Inteligencia, entre la preparación física se les instruyo defensa personal y uso de armas de fuego, concluido el año y tras egresar, fueron incorporadas al Escalafón Institucional.
Hace 49 años atrás, cuando por primera vez, tuvimos en Bolivia, Policías Femeninas y ahora, en el año 2022, el pueblo, continúa recibiendo el trabajo policial femenino con gran simpatía, es así que a través de nuestras autoridades, se continúa impulsando el crecimiento y preparación de las mujeres en filas policiales, ya que jugamos un papel preponderante en la dinámica y proyección de la Institución Policial, sin dejar de lado que, como hijas, hermanas, madres, esposas, y muchas veces cabeza de familia, luchamos por sacar adelante a nuestro hogar, pero al mismo tiempo no dejamos de lado nuestras funciones de carácter público, preventivas y de auxilio, contribuyendo al normal desenvolvimiento de las actividades de la sociedad.
Capitán Nashville Juliana Atiare Fidelis
Policía Boliviana