El Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional brinda patrocinio legal, a través del Servicio Plurinacional de Asistencia a la Víctima (SEPDAVI) en coordinación con la Dirección General de la Niñez y Personas Adultas Mayores, en el caso de infanticidio de la niña paraguaya, Tatiana B.
Óscar Barreto, padre de la niña Tati, víctima de un presunto infanticidio ocurrido en 2015, agradeció el apoyo jurídico que recibe desde el Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional.
En una nota pública escrita en la página oficial de la familia Barreto denominado “Justicia para Tati” que se difunde en las redes sociales, Barreto comentó que en febrero pasado estuvo por Bolivia en una audiencia del juicio por infanticidio contra Fátima Velásquez (madre de la niña) y su novio Rubén Graff.
En esa oportunidad recurrió al Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional, para solicitar el patrocinio de un abogado de la institución para que atienda su caso. “Recurrí a este ministerio porque he visto como el ministro de Justicia, Héctor Arce, defiende a capa y espada a los niños”, aseveró.
Dijo que la parte acusada insiste en la necropsia de Tati, “no imaginan cómo me duele eso, porque, además, esto sigue impidiendo que podamos repatriar los restos de Tati al Paraguay”, agregó.
Manifestó que continuará luchando, para que se llegue a hacer justicia. “Agradezco a toda la comunidad boliviana y paraguaya, a la gente que no ha olvidado a Tati, al Ministro de Justicia y a su equipo, que Dios los bendiga, mi esperanza está puesta en todos ustedes. Mi familia y yo no descansaremos jamás, hasta tener justicia y la repatriación de los restos de Tati”, escribió Barreto.
Tatiana, la niña paraguaya que llegó a Bolivia con autorización de viaje de 90 días, tenía tres años cuando murió la madrugada del 23 de abril de 2015. La llevaron ya sin vida al hospital San Gabriel de la ciudad de La Paz y aunque el novio de su madre aseguró que había rodado por las gradas de su domicilio, los médicos reportaron un cuadro de violencia física anterior a la muerte y denunciaron el caso a la Policía.
Desde su año y ocho meses, Tatiana vivía con su padre y su familia paterna en la ciudad de Fernando de la Mora, Paraguay, hasta que su madre reapareció en la Navidad de 2014 y pidió autorización para traerla a Bolivia por tres meses. Faltaba sólo una semana para que retorne a su país el día que segaron su vida.
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