Argentina , 03 nov.- Así como Diego Maradona dijo haber convertido su gol ante Inglaterra en el Mundial 86 gracias a “la mano de Dios”, sus feligreses se encomendaron en las últimas horas a una petición complementaria: “Dios, échale una mano”.
La salud del astro argentino se deterioró notablemente en la última semana, hasta el punto que este martes por la noche, desde las 20.00 hora local en Argentina, estaba previsto que ingresara a un quirófano de una clínica bonaerense para ser operado de un hematoma subdural, un coágulo cerebral.
Maradona, que el viernes pasado cumplió 60 años y mostró una imagen de notoria debilidad física, al punto que necesitó ayuda para caminar, había sido internado el lunes por la tarde por “una recaída anímica”, según contó su médico personal, Leopoldo Luque.
Sin embargo, una tomografía realizada este martes al mediodía en una clínica de La Plata, 60 kilómetros al norte de Buenos Aires, detectó un edema en su cabeza.
“Lo voy a operar yo, con mi equipo. Maradona está lúcido, muy tranquilo, y él comprende, está de acuerdo con la intervención. Es una cirugía de rutina”, intentó tranquilizar Luque por la tarde, al salir del hospital en el que estaba internado Maradona y comenzar el viaje hacia la clínica Olivos, en la que realizaría la operación, 80 kilómetros al sur de La Plata, en la periferia de la capital argentina.
Mientras, decenas de hinchas de Gimnasia, el equipo que El Pelusa dirige desde 2019 —y seguramente de otros equipos—, gritaban: “Olé, olé, olé, Diegooo, Diegooo” en la puerta de la clínica.
Los periodistas le preguntaron a Luque por qué el panorama había cambiado con tanto dramatismo en las últimas 24 horas. Sin embargo, el médico, que había hablado de una “deshidratación y un poco de anemia” el lunes por la noche —y que incluso se había mostrado optimista en la opción de que Maradona dejaría la clínica en dos días—, negó que la salud de su paciente más famoso se hubiese deteriorado con prisa.
“No cambió el panorama, Diego sigue igual, con la misma condición clínica, pero con una causa más concreta”, se defendió Luque, en referencia a los resultados de los estudios realizados.
“Ahora tengo una causa más concreta. ¿Si el hematoma [en la cabeza] se debe a una caída al piso? Yo le pregunté y él no lo recuerda. Los pacientes que suelen tener este tipo de intervenciones no lo recuerdan”./El País