Aprovechó la ocasión y se robó una caja fuerte con 227 mil bolivianos y 7.500 dólares de comerciantes de una tienda de juguetes. Jhoel Brayan Condori Pascual (21) quedó aprehendido formalmente por el delito de robo sindicado de abusar de la confianza de sus empleadores y sustraerles su capital de trabajo aprovechando que tenía las llaves del negocio.
La tarde del pasado 7 de noviembre, Severo Condo Calle llegó hasta su negocio de la calle transnochador del barrio La Colorada y se sorprendió de no encontrar su ventiladora y luego se percató que de su oficina faltaba su caja fuerte con dinero por lo que denunció el hecho a la Felcc de la Villa 1ro de Mayo.
La fiscal Nancy Carrasco informó que los investigadores interrogaron a tres empleados de la víctima y en el domicilio Condori Pascual se encontró una bolsa negra conteniendo más de 200 mil bolivianos y 6.500 dólares además de cajas de juguetes embaladas como evidencia de su vinculación en el robo.
La investigación determinó que el sospechoso, el día de los hechos contrató los servicios de un radiomóvil de la zona interno 25 cuyo taxita identificado con las iniciales A. G. V. C. declaró que a las 13.45 del día de los hechos a solicitud de la central se dirigió hasta ese inmueble donde contactó al trabajador quien cargó varias cajas de juguetes y solicitó un segundo móvil para trasladar una caja fuerte con más mercadería.
El conductor del segundo taxi interno 39 de iniciales J. C. V. A. tambien presto su declaración en la Felcc y afirmó que su cliente le comentó que la caja fuerte era de su madre de ocupación comerciante. La mercadería sustraída del negocio fue trasladada hasta la calle 12 del barrio Los Andes en la Villa 1ro de Mayo.
El chofer indicó que realizó tres carreras al sospechoso en busca de un técnico o cerrajero que pueda abrir la caja fuerte hasta que llegaron a un inmueble del segundo anillo donde tomaron contacto con una pareja que logró abrirla.
Con todos los elementos incriminatorios, Condori Pascual será cautelado la mañana del viernes en el juzgado de la Moliendita. Para fortuna de la víctima, su trabajador no tuvo tiempo suficiente de gastar o deshacerse del dinero encontrado ni de las cajas de juguetes robadas.